Con mucha razón los estudiosos de la literatura
dicen que la obra de Rowling es la obra de Rowling y punto, con
los condicionamientos que la época le impuso…de alguna manera…
Otros escritores habrán tenido otros condicionamientos.
Esto viene a cuento por la entrada de ayer, en la
que citaba la opinión de mi amigo Sbareglia, escritor desconocido,
erudito estando no sobrio, poeta menor como le gusta definirse…
Enrique
Sbareglia arremete contra Harry Potter especialmente cuando bebe de más y
no hay quien lo pare, dale que dale con Harry Potter, hasta que se le
pasa…la ebriedad o la temática potteriana
y se la agarra contra otra obra…
Dice que a Harry lo desvirtuó el cine, que
otra hubiera sido la historia de haberse completado antes de comenzar a filmar,
que la afectó y mucho el hecho de que a
la vez que se escribían los libros, se esperara con impaciencia en el set de
filmación, que el único libro genuino es el primero, etc…
Incluso llega a decir en el sumun de su disquisición
etílica que Potter habría muerto a no ser porque Rowling se puso
a escribir para espectadores cinematográficos y no para amantes de la
literatura como era el plan original.
Que esas declaraciones que tuvieron los actores
sobre la posible muerte de Potter, no fue sólo un artilugio comercial
para lograr mayor taquilla en el estreno de la última, sino que fue la
exposición sincera de lo que realmente inconscientemente sabemos y suponemos,
lo cito: “Nuestro pensamiento mítico nos
va llevando, necesariamente a ese final” (esto dicho por Sbareglia a
los gritos…copa en mano).
Es más, el poco leído Sbareglia dice que en
el fondo, todos sabemos que Harry Potter ha muerto, ha muerto al mismo
instante en que mataba a Voldemort.
Dice por último, (en realidad, lo último que en esos momentos
me permito escucharlo porque se pone insufrible), que Rowling, ya
relajada de apremios cinéfilos, podría ahora reescribir de nuevo su obra y dejar
para el resto del tiempo y de la humanidad su verdadera historia de Harry
Potter,Harry Potter escrito para ella misma, como lo soñó, para ella
misma y para todos los lectores de buena literatura.
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