Exupéry conoció a Consuelo
Suncín-Sandoval Zeceña en Argentina, se enamoró de ella y la invitó a volar…cosa
nada habitual en la década del ’30…
Estando en las alturas, soltó los controles del
avión y le dijo a Consuelo que no los retomaría hasta que ella le diera
un beso… a ella le pareció un despropósito…
Pero Exupéry siguió sin retomar el control
del avión dispuesto a que éste se viniera abajo…
Y ella lo besó…
Y descendieron novios…
Así se hace…
genial anécdota!!! muy bueno!
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