Siempre me resultó interesante tratar de entender “por
qué” se jura. No la causa sino sobre qué, es decir sobre qué símbolos o
representación de valores realizamos un juramento: “por la memoria de mi madre”,
“por la luz de mis ojos”, “por la Constitución Nacional”, “porque me parta un
rayo ya mismo”, “por esta enseña que nos guía”, etcéteras…
Muchas son las versiones sobre reglamentaciones y
legislaciones de la antigua piratería, especialmente en torno a la conducta de
a bordo o repartos de botín, no obstante, a mí siempre me gustó la consignada
por Alexandre Olivier Exquemelin (1645-1707) en su libro Bucaneros de América. Allí
dice que una vez convenido todo acuerdo, la tripulación juraba respetar lo
establecido colocando una mano sobre una
botella de ron y la otra encima de una Biblia, un crucifijo o un hacha
de abordaje.
Sin duda que la idea de que alguien pueda jurar con
profundo convencimiento sobre ron y Sagradas Escrituras es claramente
fascinante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario