lunes, 25 de marzo de 2013

La anécdota formidable:




   Tiempo hace que no sumamos “entrada” con este nombre…

  Dicen que una dama conocida como Lady Astor le dijo a Winston Churchill: “Si yo fuera su esposa le pondría veneno en el café”. A lo que Churchill respondió: “Si usted fuera mi esposa, yo me lo bebería”.


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