Este verano argentino estuvo mediáticamente atizado
por el escandalate de que a dos actrices locales les hayan presumiblemente
robado del archivo de sus computadoras personales, imágenes en las que se las
veía mantener relaciones sexuales maritales, cada una con su respectivo cónyuge…
Y, como no podía ser de otro modo, el ladronzuelo “hacker”
las subió a la red para deleite de toda la faz de la tierra…
Y, como me place eso de hacer memoria por pavadas,
recordé a las viejas Polaroid…
Eran esas máquinas fotográficas que te daban la
imagen al instante, en 60 segundos sin necesidad de laboratorios de revelado.
Supongo que con las Polaroid habrá comenzado esta manía de fotografiarse y luego
filmarse uno en la más profunda intimidad.
Dicha "maquinitas" comenzaron a andar en 1947, toda una
sorpresa esa fecha ya que nosotros, por
estas tierras las conocimos masivamente en su forma analógica, la Kodak Fiesta,
allá por la década del ’80.
Dicen que en muchos países hubo todo un desarrollo
de la pornografía casera fabricada a pura Polaroid.
En el caso de que entre el puñado de entusiastas
lectores de este humilde blog hubiere alguno interesado como yo por estas “tan grandes cuestiones” recomiendo la
lectura del reciente libro de Christopher Bonanos, Instant, “The Story of Polaroid”.
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