domingo, 10 de junio de 2012

La anécdota formidable II



 Obdulio Varela, mediocampista uruguayo del `50 conduce a la victoria a su selección contra Brasil en el Maracaná en la primera final por la copa del mundo: “Maracanazo”.

  Cientos de miles de brasileños y sólo 100 compatriotas en el estadio.

  Y da vuelta el uno a cero.

  Y todo enmudece.

  Quiero decir, todo Brasil enmudece.

  Es el héroe de la jornada, el héroe de su país.

  A la noche no festeja,  deja subrepticiamente el hotel y se va por las calles cariocas a beber.

  Observa el dolor de los demás.

  Según algunas versiones no lo reconocieron (no existían los medios de comunicación que hoy tenemos por lo que su rostro no era tan familiar), según otras, algunos lo reconocieron y lo saludaron, lo cierto es que nadie lo agredió y lo más cierto es que se quedó hasta el amanecer sufriendo y llorando con los derrotados.

  Dicen que esta frase es de él: "Mi patria es la gente que sufre".


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