Te recordaremos, Claudia…

 

 No nos gusta convertirnos en un espacio de “necrológicas” pero, a veces, se vuelve inevitable.

 Ahora nos apremia la partida de Claudia Cardinale. Actriz del cine de otro tiempo que es como de otro mundo, pero siempre maravilloso.

 Muchos films emblemáticos, momentos del cine que son ya la verdadera y grande Historia del Cine.

 Desde lo personal, el recuerdo tal vez de uno de sus protagónicos menores, pero cuyas imágenes impactaron de manera inolvidable. Cuando vimos a Claudia Cardinale junto a Brigitte Bardot en aquel spaghetti western de 1971, “Las petroleras” (“Les pétroleuses”), creímos que la belleza y la sensualidad habían llegado a la cúspide del absoluto.

 Y acaso fue así…

Dylan Thomas, traducido y publicado

 Está en las librerías de estas tierras su “Poesía completa 1934- 1952” y nos hace felices que así sea. Ahí tenemos noventa poemas en flamante traducción de Patricia Ogan Rivadavia y Esteban Moore en edición de El cuenco de plata.

 De algún modo siempre creímos su leyenda de poeta de excesos (alcohólicos mayormente) que lo llevaron a la tumba. No obstante, en el documental “Dylan Thomas, de la tumba a la cuna (2003)”, de la BBC, observamos que no se encuentran pruebas ni testigos de los dichos excesos, y sí la hipótesis de una combinación de cuestiones desafortunadas.  Parece que padecía una diabetes mal diagnosticada y peor tratada, a lo que se sumaron un cansancio superlativo en esos años recorriendo durante meses Estados Unidos, en exigentes giras, con performances agotadoras, más una neumonía, y, posiblemente, una mala praxis con diagnósticos equivocados y sobredosis de morfina...

 Documental recomendado y lectura doblemente celebrada.

 

Robert siempre Robert

 ¿Qué te diríamos Robert sino que te veremos hasta el final de cada uno de nuestros días? Los cinéfilos solemos ver cientos de veces las mismas películas que alguna vez nos fascinaron.

 ¿Qué cuál es la mejor? Cada uno también tendrá preferencia por la suya, acaso una o todas: “Descalzos en el parque”, “Tal como éramos”, “El golpe”, “El gran Gatsby”, tantas otras, y todas las otras…

 Ojalá exista la eternidad, si no existe, el cine es lo más parecido, ahí te veremos siempre…

Charlie Kirk, en EE.UU. que sea en público…

 

 Si mal no recordamos, ya hemos reflexionado alguna vez y en este espacio sobre la predilección magnicida que caracteriza la historia de ese país. De hecho, el año pasado casi liquidan a Donald Trump…

 No sé cuántos países pueden ostentar el “galardón” de tener cuatro presidentes asesinados en ejercicio del mandato: Abraham Lincoln, James A. Garfield, William McKinley y John F. Kennedy.

 Y fuera del ámbito presidencial, también se observa una inclinación por el magnicidio si recordamos a Martin Luther King cuando saludaba desde un balcón. También podríamos nombrar a John Lennon como a tantos otros por fuera del ámbito estrictamente político.

 Esta semana nos conmociona el asesinato de Charlie Kirk.

 Lo grave, gravísimo, es el crimen como opción.

 Y lo extraño o para analizar es ese afán tan estadounidense de hacerlo en público…

 

Los paréntesis y lo que deberíamos decir…

  Peter Orner es de esas lecturas que agradan el día y es mi recomendado en dos libros tan similares como bellos:

 En uno de sus libros reflexiona sobre los paréntesis y lo que debería ser dicho más allá de distracciones, más allá de que se deba o se pueda:

“Si las cosas que ponemos entre paréntesis pueden ser descritas como las cosas que no podemos evitar decir (sin importar lo mucho que distraigan), me pregunto si todas las oraciones no deberían estar entre paréntesis…”

  

Cine y “una historia de la oscuridad…”

 

 El puñado de entusiastas lectores que siguen este espacio, sabrá que siempre ponderamos el cine en el cine. Con diversas entradas valoramos ver el cine en la sala de cine, celebramos la reapertura de algún espacio de proyección, brindamos por un bello pasado, promovemos el ritual de la sala.

http://lacomediatermino.blogspot.com/2024/12/cine-en-el-cine-estrella-menguante.html

 A propósito, recomendamos este reciente ensayo de Vicente Monroy: “Breve historia de la oscuridad. Una defensa de las salas de cine en la era del streaming”, Ed. Anagrama.

 Y compartimos algunas frases que nos dejó en una entrevista a un medio gráfico:

 “Hemos firmado un contrato voluntario, con entusiasmo y sin leer la letra pequeña. `Acepto los términos y condiciones´ de la distracción permanente, el consumo rápido y la cultura capitalista. Hemos convertido la atención en un lujo y la dispersión en estilo de vida…”

 “Ver películas en soledad, sin compartirlas ni discutirlas, empobreció radicalmente la cultura cinematográfica. Porque el cine no eran solo las películas: era la posibilidad de pensar juntos a partir de ellas. Ahora acumulamos imágenes que se evaporan al instante. Cuanto menos hablamos de lo que vemos, más se simplifican los discursos…”

 “Hoy, frente a la crisis de lo comunitario, veo la sala como un espacio de oportunidad: la posibilidad de encontrarnos, de compartir una experiencia, de conversar…”