En años anteriores tal vez
aportaba este espacio alguna reflexión sobre vencedores y vencidos ...
Esta vez, estamos como “fuera
de combate”, todo está en todas las redes y plataformas, todas las opiniones
desde especialistas hasta simples cinéfilos más o menos anoticiados.
¿Para qué más? “Muy merecido”,
“No tan merecido”, “Hubiéramos preferido que la estatuilla fuese
para...”, “Se debió tener en cuenta tal actor, actriz, film...”
Cierto es que la humilde opinión de uno tiene su valor, pero la cantidad de voces, a veces, abruma, En fin, la Academia admirada y denostada es siempre fiel a sí misma, es la que otorga una estatuilla a la hija de Tony Curtis y ninguna a Tony Curtis, claro, Tony se nos fue hace como 13 años o más y se ve que no se la merecía...
Sí, llama la atención la
disparidad de apreciación en la gran ganadora “Todo, en todas partes al
mismo tiempo”. Habrá que verla, estamos rezagados. Escuchamos quienes
no la toleraron y quienes dicen que es una maravilla...
Mientras nos tomamos el tiempo
para verla, volvimos sobre una del pasado porque estamos bien vintage como se
habrá apreciado. Volvimos sobre “Europa 51”, (“Su gran amor”),
film del 52 en honorable blanco y negro dirigido y pensado por Roberto
Rossellini con la fabulosa Ingrid Bergman.
Con la narrativa de entonces, se
entiende, pero no ha envejecido. Imposible evitar las lágrimas en la última
escena. Un brindis por el buen cine...
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