Hace tiempo atrás, 90 minutos era el tiempo ideal para cualquier narración cinematográfica. Luego se comenzó con esas características épicas de films de dos y tres horas por lo menos.
El Novato nos demuestra que no se necesita tanto tiempo para contar algo bien, que no se necesitan ni siquiera 90 minutos, que con 80 son suficientes. Nos muestra también que podemos caminar un tema muy caminado y no caer en lugares comunes, sí en territorios conocidos que, bien contados, parecen nuevos.
Es una historia de escuela, de escolares. A mí es una temática que, particularmente, me fascina. Será porque guardo recuerdos muy profundos, positivos y negativos, de mi paso por la vida escolar.
Sea como sea, me atraen las películas de estudiantes de cualquier lugar y época.
Este film francés de 2015, dirigido por Rudi Rosenberg con guión de Igor Gotesman, Bruno Muschio y el propio Rosenberg y con las excelentes actuaciones de Réphaël Ghrenassia, Joshua Raccah, Géraldine Martineau, Guillaume Cloud-Roussel, Johanna Lindstedt entre otros, digo este film, con todo ello antedicho me resultó maravilloso.
Verosímil, infinitamente verosímil, con buen trato de la historia, sin golpes de más ni de menos, tierno, afectivo. Una historia bien contada y con algo que no falla: personajes queribles.
Es muy posible amigos lectores entusiastas que se vean reflejados en alguno de estos personajes, acaso en el protagonista, acaso en uno secundario, acaso un poco en todos; es posible también que recuerden en alguno de estos personajes sino a ustedes mismos a algunos de sus compañeros de infancia y eso es parte de la magia del cine siempre…
Se disfruta, se disfruta.
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