Ya lo decía
Baudelaire, hay que embriagarse de
vicio o de virtud pero embriagarse:
“Para no sentir el horrible fardo del
Tiempo, que os quebranta los
hombros y os doblega hacia el polvo, es
menester que os embriaguéis
sin tregua.”
Y hoy
se recomienda como escape positivo, mirar series televisivas.
La
empresa Neuromarketing Labs (no sé
quién la conoce pero existe), arrojó estudios (no sé qué seriedad tendrán esos
estudios) que dicen que algunas series pueden llegar a causar síntomas físicos de
adicción similares a los de una droga aunque sin daños colaterales y que cuando
estamos verdaderamente “enganchados” segregamos una serie de hormonas que
provocan un efecto calmante, por más inquietante que sea lo que estamos viendo…
Así que
amigos, si quieren evadir las angustias de este mundo, a mirar series
televisivas que todo lo calman…
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