
Dice que los otros están demasiado impregnados por la
impronta cinematográfica.
Que a partir del segundo, Rowling escribió
para el cine, que fue bastante literaria, pero no absoluta y enteramente
literaria.
Que otro cantar hubiera sido si la autora hubiese
escrito apartada del apremio hollywoodense…
Que Harry Potter, creado sin la imperiosidad
del seguro éxito cinematográfico hubiera sido una obra más fresca, más breve,
más sucinta, más genuina…
más sincera…
No hay comentarios:
Publicar un comentario