Se suele decir que los grandes temas abordados por la literatura son muy pocos, en realidad: el amor, la muerte, la fugacidad del tiempo…
Acaso no mucho más que estos pero, con sus infinitos abordajes…
Sin embargo, los objetos, los simples objetos aparecen también en la literatura y más específicamente en la poesía.
Los poetas prestaron la voz a los objetos para que ellos pudiesen decir eso que tenían que decir.
Tal vez, volvieron a hablar de lo mismo de siempre: el amor, la muerte, la fugacidad del tiempo… tal vez, no haya más de qué hablar.
Dedicaremos algunas entradas diarias a la presencia de los objetos en la poesía y para inicio, la palabra de J. L. Borges cuyo listado de cosas (bastón, llaves, naipes, monedas, tablero…) arriba a una reflexión sobre la muerte.
Las cosas
“El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.”
J. L. Borges.
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