domingo, 23 de octubre de 2011

El regreso de un super-héroe argentino…

  
  Argentina se destacó a mediados del siglo XX por el surgimiento de lo que dio en llamarse una “escuela argentina de historieta”, es decir una manera especial de concebir y producir historietas. Esto ya fue dicho alguna vez en este mismo blog.

  Autores  y dibujantes como lo fueron Oesterheld y Breccia se fueron convirtiendo en próceres de nuestro género.

  No obstante, nunca fuimos muy afectos a la creación del super-héroe, no hizo mella en nosotros ese afán de tener extraterrestres con capa y poderes extraordinarios o terrestres fuera de lo común también con capa…

  Nuestros protagonistas tendieron a ser muy humanos, sufridos, solidarios, acaso conflictuados, héroes al fin.

  Pero tuvimos un gran super-héroe que nos vino de la mano de ese español maravilloso llamado García Ferré.

 Hablo de Hijitus, quien se convertía en Super Hijitus.

  En nuestro país, cuando alguien perdía su casa o quedaba en la indigencia podía intentar vivir dentro de los grandes caños con los que se estaban haciendo los desagües de la ciudad. A eso se le llamaba no tan metafóricamente: “irse a vivir a los caños”, es decir terminar en la más terrible de las pobrezas.

  ¿Por qué digo esto?

La casita de Hijitus
  Porque Hijitus vivía solo, con su perro, en un caño.

  Allí tenía su casita.

 Lo mejor de todo era que se convertía en super-héroe y se desconvertía sin necesidad alguna de andar ocultando tontamente su identidad. Todo lo hacía a la vista de todos.

  Por eso, nunca nos tuvimos que preguntar de la manera en que lo hacemos hasta el día de hoy con Superman: ¿cómo es que nadie se da cuenta de que Clark Kent es Superman si sólo se saca los lentes?

  Hijitus no tenía que andar buscando una cabina telefónica para dejar la ropa tirada...
  
 Desde la semana pasada, un diario local reedita sus aventuras para los nostálgicos sin remedio como yo.


El héroe deja su "alter-ego" sin prejuicio alguno



2 comentarios:

  1. Es un héroe sin impostura, eso es tal vez lo diferente. Hay algo de voluntad mágica detrás de sus poderes, pero sobre todo un acto de institucionalidad: ¿Se es súper en uniforme?
    De todos modos, me quedo con la ambigüedad de Larguirucho.

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