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Se
espera para el mes de julio el estreno en plataforma de la serie “Santa
Evita”.
Lo
lamento, realmente…
Pero
no puedo objetar nada. La Literatura y el Cine tienen el derecho de contar lo
que quieran de la manera que quieran. Sí, son géneros de ficción.
No
estamos hablando de un documental, estamos hablando de una serie basada en la
novela homónima de Tomás Eloy Martínez.
Tendrá siete capítulos dirigidos por Rodrigo García Barcha y Alejandro Maci protagonizada por Natalia Oreiro, Ernesto
Alterio, Darío Grandinetti, Diego Velázquez, Diego Cremonesi y Francesc
Orella.
Lo
lamento porque justamente es un tema tremendo, macabro, un episodio de nuestra
historia más oscura y triste.
Perón,
derrocado, abandona el país y queda en el edificio de la CGT, “Confederación General
del Trabajo” (si mal no recuerdo en el 5to. piso), el cuerpo embalsamado de
quien fuera su esposa y hasta ese momento reconocida como “Jefa espiritual de la nación”, Eva Perón.
Poco
sabemos y acaso poco queremos saber pero los nuevos dueños del poder pusieron a
cargo del cuerpo a unos sujetos que fueron cayendo en un estado de psicosis y
delirio que los llevó a un extraño derrotero a ellos portando el incorruptible cuerpo de Evita.
La
historia argentina es tan complicada…
Hacemos
las cosas tan mal…
Y
quienes tuvieron el poder entonces y sus sucesores fallaron en todo lo que
podían fallar y más…
El
caso es que como habitantes de esta tierra, necesitamos alguna vez, algo de
claridad. Ahora vamos consiguiendo con nuevos aportes y estudios algo de luz en
el tema. Pero el imaginario colectivo errado sigue que sigue, la leyenda urbana
no muere, los errores cometidos existieron, y para colmo de males, un escritor
hace una novela agregando ficción al asunto que, siendo tan confuso como es, la
ficción se toma como cierta. Vean si no cómo siempre aparece algún paparulo que quiere seguir las huellas de Cristo
leyendo las novelas de Dan Brown.
Cuando
leí en su momento “Santa Evita”
rogué para que no tuviera tanta difusión futura, pero bueno, aquí la tenemos,
como arrostrándonos esa frase de Eva
que jamás dijo Eva: “Volveré y seré millones”.
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