domingo, 18 de agosto de 2019

NETFLIX, LA PACIENCIA O EL HASTÍO…


  Dicen que la belleza seduce más por lo que oculta que por lo que muestra.

  Aunque también nos gusta que se muestre… 


  Hay quienes creen que el placer radica en cuánto se sabe esperar algo deseable y hay quien cree que la felicidad está en saciarse hasta el hartazgo y prontamente…

  Dos modos de hundirse en la satisfacción: o con misterio y lentitud o con transgresión y hartazgo…

  Suponemos que NETFLIX ha inaugurado esta última forma de jugar su juego en lo que a series televisivas respecta.

  Ahora puedes ver toda la temporada completa, de una “sentada” como se decía antes.

  Las series televisivas, nietas dilectas del antaño folletín literario, hijas preferidas del comic con final “continuará”; la serie en fin, ahora puede ser vista de un tirón y como tal, seres débiles como somos, terminamos propiciando jornadas maratónicas en la que sacrificamos horas vitales de sueño para ver sin solución de continuidad un capítulo tras otro, tomando el engaño ingenuamente, sin querer pensar que la serie que nos atrapa fue diseñada con esa intención adictiva y con esa factura de enganche que nos seduce no de modo casual sino de modo estudiado industrialmente…

  Pero las series tienen un alma secuencial…

  Por esto último, cuando hace una década estábamos obligados a ver  capítulos semanales, disfrutábamos de la espera con ansia, obligados a la paciencia.

  Las series nos dejaban soñando con ansiedad.

  Ahora nos dejan satisfechos pero agotados, saciados por demás como en una comilona que al final de cuentas, no hizo mucho más que dañarnos…







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