Hace apenas un día, se nos fue
de este mundo “el Tata Brown”. Un jugador de fútbol de aquel mítico seleccionado
que fue campeón del mundo en 1986.
Hizo un gol en el partido
final, se lesionó un hombro y no permitió bajo ningún concepto que se lo
reemplazara. Hizo un pequeño agujero en la camiseta para apoyar un dedo y así
hacer descansar, a modo de cabestrillo, todo su brazo.
Para despedirlo, su compañero Diego Maradona le dijo: “…Hiciste un gol en la final, jugaste con un
hombro roto, sabés lo que pesa la Copa del Mundo…”.
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