Hace algún tiempo, el amigo y maestro José Gabriel Daponte compuso unas obras a las que tuve el no honor de acompañar con mis letras...
Daponte compone música clásica argentina, algunos la llaman música de cámara argentina.
Un género poco difundido, pero estéticamente maravilloso:
“Soñé que me mirabas,
soñé que sonreías,
el cielo era tu dueño,
solo me mirabas,
solo sonreías,
solo era un sueño.
La luna atormentaba
mi frente y encendía
tus ojos con sus rayos,
solo me mirabas,
solo sonreías,
sola entre los rayos,
solo era un sueño.
Al verme ya me amabas
mi vida detenías
y verme era tu empeño,
al verme ya me amabas,
solo me mirabas,
solo sonreías,
solo era un sueño.”
P. Schipani
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