jueves, 15 de septiembre de 2011

Lamas eran los de antes.

  A mí el episodio me pareció fantástico, con mayúsculas, de los mejores que se pueden ver en la televisión de los últimos tiempos.

  Ese tipo de cosas que están en el límite entre la ironía, la broma sagaz, la confusión o la simple tontería.

  La conductora Susana Giménez entrevista en su programa al Dalai Lama (14/09). Inicia su reportaje preguntándole por las cuatro claves de la felicidad que el Dalai le había dicho alguna vez.

  El Dalai la mira con esa mirada sincera y silenciosa de las personas que no saben de qué se les está hablando.

  Ella insiste. Comienza a tratar de enumerar alguna de esas cuatro cosas, le dice dos pero duda.

  El Dalai nada…

  Y ella insiste.

  Él, finalmente se ríe y dice que simplemente no lo recuerda.

 Fantástico.

 Eso es algo sensacional.

 Me hace acordar a las bromas de la niñez cuando aparecía algún personaje en alguna parodia que decía: “Tengo el mapa del tesoro pero, la verdad es que no sé dónde lo he guardado” o “¿Me repites el secreto de la vida eterna que acabo de olvidarlo?”

 Es magnífico.

 Yo adjunto el momento para que lo aprecien, pero si ven la entrevista completa, cosa que desaconsejo, podrán observar que sobre el final de la misma, la conductora hace referencia a que el Dalai Lama, el día anterior se había reunido con jóvenes (¿?), y que (insiste con las claves numéricas) les había dado las siete pautas para ser felices.

 “Dale perico al fuelle”.

  El Dalai vuelve a dar muestras de no recordar si eran siete o más o menos ni tampoco cuáles eran esos consejos…

 De todos modos, lo que se puede apreciar es lo siguiente:

  1. El Dalai Lama no recuerda las claves de la felicidad.
  2. Al Dalai Lama le causa gracia no recordarlas por lo que trasunto que le importan un cuerno.
  3. La conductora, que alguna vez supo de boca de él las claves de la felicidad, tampoco las recuerda por lo que, nuevamente trasunto que a ella también le importan un cuerno.
  Lo más importante, sin embargo, es que cualquier televidente un poco avezado entiende que no hay claves para ser felices.
   Y además entendemos todos que si alguien dice algo sumamente importante y al otro día no lo recuerda y además le causa risa, pues lo mismo será mañana con respecto de lo que diga hoy…


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