Luego de la tormenta de memes partidarios de una película por sobre otra, nos quedamos con lo positivo: que el cine, el verdadero, el que se ve en la sala de cine sigue con buena salud.
En estas latitudes republicanas
tan complejas, pues a pesar de todo, y pese a todo, y con todo, hemos ido al
cine. Por una, por otra, por dos de ellas o por las tres.
Después están las preferencias,
las críticas, las estrategias comerciales. Después nos daremos cuenta que si
esta es más o menos propagandista o no. En tal caso, ¿qué film, comenzando por
los históricos westerns, no encubrieron poco o mucho algún mensaje ideológico?
Toda emisión tiene un mensaje y el cine es un lenguaje que transmite ideas.
Podemos descubrirlas, absorberlas sin darnos cuentas, tomarlas a conciencia,
descartarlas, criticarlas, lo importante es que el producto esté bien hecho. Y,
en este caso, de acuerdo o no con lo que transmitan estos tres films del título
de la entrada de hoy, tenemos que admitir que son, cinematográficamente
hablando, producciones muy bien logrados.
Todas películas recomendables
para la sala de cine.
Porque, digamos la verdad, el
cine es para la sala de cine, el cine en casa, a pesar del auge de las plataformas,
no es verdadero cine…
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