jueves, 24 de julio de 2014

Los trámites bancarios y los robos del siglo…





 Mi amigo y poeta menor, como le gusta llamarse a sí mismo en esa postura de sinceridad personal impiadosa, mi amigo, Enrique Sbareglia (ya citado numerosas veces en este blog) escribe un ensayo “Sobre robo de bancos y trámites afines”

  Su teoría es que como en el país, un trámite bancario lleva un tiempo considerable, la gente que está allí esperando, sin nada mejor que hacer, luego de un buen rato, comienza a pensar cómo podría perpetrarse un atraco perfecto.


  Sbareglia se sustenta en que, para él, quienes hacen trámites bancarios, el común de la gente, ya ha visto mucho cine de calidad relativa…

  Y como no se puede usar el celular ni elemento de comunicación de ningún tipo en una entidad bancaria mientras uno está en la cola o sentado con su número en la mano y como no se suele ver a nadie leyendo ni el diario… Sbareglia opina que a cada persona no le  queda más que mirar los alrededores, mirar a los otros desgraciados que están allí como uno esperando su turno y mirar finalmente al personal de seguridad, a las cámaras y a todos los sistemas de defensa que pudiera haber.

  Quique, como me atrevo a llamarlo, hace esta gruesa estadística: “Pongamos que van al banco en un día, unas dos mil personas, pongamos que de esas dos mil, doscientas se ponen a pensar un atraco, de puro aburrimiento nomás, pongamos que de esas dos mil sólo veinte se lo piensan un poco en serio y dos terminan cometiéndolo o, al menos intentándolo…”

  Yo creo que Sbareglia está quejoso por el tiempo que puede tardarse en un trámite y escribe un ensayo para ver si los funcionarios se conmueven y modifican la cosa… acaso se niega a hacer tramites on-line

  Supongo que de leer esta nota se enojaría, pero, por suerte, no me lee jamás…


  Por lo pronto, me pongo a pensar en qué pienso cuando tengo que hacer un trámite bancario…





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