jueves, 12 de junio de 2025

Musk vs. Trump

 


 Nos tomamos unos días para hablar del conflicto entre dos que ostentan el actual poder occidental.

 Queríamos ver cómo derivaba la historia. Si escalaban en ofensas, si lo dejaban en la indiferencia, si alguna de las partes cedía y se reconciliaban.

 Más o menos, lo último fue lo que sucedió. Pero acaso ya no importa tanto. Lo que importa es que Musk y Trump se cruzaron de manera pública y lo peor de todo, cada uno acusó al otro de viejos delitos. En estas tierras existe la palabra “escándalo”, pero hay una despectiva y afín: “escandalete”. El “escandalete” es ese conflicto en el cual las partes terminan sacando “los trapitos al sol”  y que suelen protagonizar panelistas, vedettes, actores y actrices de segunda línea, en definitiva: payasos televisivos-mediáticos en general. Esa ha sido siempre la forma: se ven ofendidos o enojados y enseguida comienzan las acusaciones por pecados del pasado.

 En general, cuando se revisan esos antiguos delitos, en estas tierras y en estos círculos de famosos, se trata de mentiras o asuntos menores. Pero, en el caso de la vergonzosa trifulca entre Trump y Musk, las acusaciones han sido serias y los delitos gravísimos.

 La justicia, si existe, debería intervenir, investigarlos y tal vez, condenarlos a ambos.

 Pero todo quedará en nada.

 Se han “reconcilidado”.

 El pasado puede seguir en el pasado.



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