Creemos que la
escritora Laura Ferro, explicitó muy bien, una
de las delicias (¿emocionales?, ¿psíquicas?, ¿afectivas?, ¿espirituales?) de
estos últimos tiempos. Las aplicaciones de citas lo incentivan o lo conforman
en esencia. Nos referimos a esa especie de placer generalizado por mostrarse
ante los otros, una y otra vez; ese deseo de volver a presentarse, a resumir la
vida y definirse en un diálogo nuevo ante otra persona también “nueva”.
Desde lo personal,
podría decir que se me hace un fasatidio, pero es solo y como dije: desde lo
personal. Por lo pronto, la generalidad del mundo, anda fascinada con esta
posibilidad. Cito a Laura:
“Mientras le contaba mi vida a un desconocido pensé que lo que
más nos seduce de conocer a alguien nuevo es la posibilidad de volvernos a
contar. Más que escuchar el relato del otro, es la oportunidad de estrenar el
nuestro, de pensar que las palabras nos dan un traje nuevo y que somos vistos
por primera vez por unos ojos que nunca nos han mirado ni nos han escuchado. Es
fácil volverse adicto a esa sensación, la de pensar que nuestro relato nos
estrecha al otro, los ojos del otro que se abren para decir, en el mejor de los
casos, te entiendo. Nacemos de nuevo en el relato para un extraño.”
Los astronautas (2023)
Laura
Ferrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario