domingo, 2 de junio de 2024

Alfonsina, los poemas, la canción, los cantantes...

 


 Un grupo musical me invitó a subir para leer un poema, a lo que estoy agradecido. Un excelente grupo llamado “Si se nos canta” en alusión a que hacen la música que quieren y disfrutan. Me invitaron a leer un poema de mi autoría llamado Alfonsina Storni. Es del libro “Mujeres sumergidas”, en donde hay una composición por cada mujer que, de algún modo, haya pasado por un proceso de inmersión.

 La idea fue leer ese poema antes de que ellos cantaran el tema “Alfonsina y el mar”, canción compuesta por Ariel Ramirez con letra de Felix Luna, por cierto, una canción que muchos artistas hacen sin poder evitar la emoción profunda.

 Felix Luna compuso esa letra memorable haciendo un ejercicio de intertextualidad con dos poemas de Alfonsina que son estos:

 

YO EN EL FONDO DEL MAR

 

En el fondo del mar

hay una casa de cristal.

 A una avenida

de madréporas

da. 

Un gran pez de oro,

a las cinco,

me viene a saludar.

 Me trae

un rojo ramo

de flores de coral.

 Duermo en una cama

un poco más azul

que el mar.

 Un pulpo

me hace guiños

a través del cristal.

En el bosque verde

que me circunda

—din don... din dan—

se balancean y cantan

las sirenas

de nácar verdemar.

 

Y sobre mi cabeza

arden, en el crepúsculo,

las erizadas puntas del

mar.”

A. Storni 1934

 


VOY A DORMIR

 

Dientes de flores, cofia de rocío,

manos de hierbas, tú, nodriza fina,

tenme prestas las sábanas terrosas

y el edredón de musgos escardados.

 

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.

Ponme una lámpara a la cabecera;

una constelación; la que te guste;

todas son buenas; bájala un poquito.

 

Déjame sola: oyes romper los brotes...

te acuna un pie celeste desde arriba

y un pájaro te traza unos compases

 

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:

si él llama nuevamente por teléfono

le dices que no insista, que he salido...”

 

A. Storni 1938

 

 El primero de ellos, la voz poética expresa con imágenes naif, algo que no es para nada naif. El segundo poema es el último escrito por Alfonsina antes de internarse en el mar para morir por voluntad propia.

 Luna compuso la letra de esta canción inolvidable:

 

ALFONSINA Y EL MAR

 

Por la blanda arena que lame el mar

su pequeña huella no vuelve más,

un sendero solo de pena y silencio

llegó hasta el agua profunda,

un sendero solo de penas mudas

llegó hasta la espuma.

 

Sabe Dios que angustia te acompañó,

qué dolores viejos calló tu voz

para recostarte arrullada en el canto

de las caracolas marinas,

la canción que canta en el fondo oscuro del mar

la caracola.

 

Te vas Alfonsina con tu soledad,

¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?

Una voz antigua de viento y de sal

te requiebra el alma y la está llevando

y te vas hacia allá como en sueños,

dormida, Alfonsina, vestida de mar.

 

Cinco sirenitas te llevarán

por caminos de algas y de coral

y fosforescentes caballos marinos harán

una ronda a tu lado,

y los habitantes del agua van a jugar

pronto a tu lado.

 

Bájame la lámpara un poco más,

déjame que duerma nodriza en paz

y si llama él no le digas que estoy

dile que Alfonsina no vuelve,

y si llama él no le digas nunca que estoy,

di que me he ido.”

 

 Félix Luna

 

 En el libro “Mujeres sumergidas” quise sumar a Alfonsina porque sin duda fue una mujer sumergida en varios aspectos. No obstante, emerge bella y grande siempre. Debido a que el mar no se la llevó para siempre sino que devolvió su cuerpo a la playa, pensé que esto significaba algo, trágico y poético también:

 

“Alfonsina Storni

 

No dan jamás las cinco bajo el agua.

Ninguna luz dorada ofrenda peces.

Un golpe helado es todo mi Alfonsina,

(la espuma no cobija sino hiela).

 

A todos les decías con tus cifras

que ibas a morir y no importabas;

no te creían, nunca te entendieron

y tú jamás supiste como entonces

que el mar no te conduce a sus tesoros,

que no cede sus torrentes más brillantes

ni otorga a sus egregios nombradores

las grutas azulísimas que guarda.

 

Poetisa del confín de todo mundo,

el mar no te hace suya, no te apropia

porque él es un secreto entre secretos

y oscuro y embriagado de su arbitrio,

dejándote en la playa, sola y fría,

como otro amor de hombre te abandona.”

 

Pablo Schipani


Ahí ando, leyendo...


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