viernes, 4 de diciembre de 2020

Twitter la “cloaca” que no perdona..

 


  Hace un mes aproximadamente un famoso “influencer”: instagramer, youtuber, twitero, etcéteras, Martín Cirio alias La Faraona, criticaba a un cantante (El Dipy) por sus composiciones de 2007 en cuyas letras hacía apología de la pedofilia. La afirmación moral de Cirio se basaba en que no importaban las fechas, ni la época ni el contexto, aquello era malo ayer, hoy y siempre. Unas horas después se difundieron por todos los medios habidos y por haber twits del propio Cirio que databan del 2011 aproximadamente y cuyo contenido eran similares, acaso peores, más explícitos y en mayor cantidad. El influencer hizo su defensa con los argumentos que ayer refutaba: que esos twits eran de hace unos años, que se debía sólo a bromas, que no estaba hablando en serio, que hay que tener en cuenta el contexto epocal…


 

 Hace menos de una semana, se conocieron los twits xenófobos, racistas, despectivos, insultantes de tres de los mejores jugadores de nuestro equipo de Rugby, Los Pumas… Databan, también de los años 2011 y 2012...

  

 En todos los casos, la noción es esta: “twitter fue siempre la cloaca de internet”, dicho esto textualmente por numerosos de sus usuarios. Twuitter es o era, el lugar libre donde todos los que así lo quisiesen puedieran decir lo que le venga en ganas, sin ataduras, sin cuidados, sin regodeos, sin metáforas…

 

  Pues bien, parece que ya no es así, incluso parece que nunca lo fue…

 

 Twitter guarda el registro de lo que piensan y desean quienes allí escriben, puede que no haya delito en decir lo que se dice más allá de la “apología del delito” penalizada en nuestro país. Pero es o fue un espacio de expresión de deseos, de expresión de pensamientos, de expresión sin contemplaciones.

 

 Pero, lo que no supieron los usuarios es que la palabra “cloaca” era una metáfora y como toda metáfora tiene sus limitaciones a la hora de entrar en el terreno de la realidad no metafórica.

 

 La “cloaca” está a la luz, interpela, demuestra, arrostra, expone y por lo tanto deja a sus usuarios en condiciones de responsabilidad absoluta.

 

 Sabrán quienes escriben en Twitter a partir de ahora que pueden ser lisa y llanamente interpelados, juzgados socialmente y acaso judicialmente por lo que escriben, que el sitio no deslinda responsabilidad ni culpa, que lo que escriben hoy repercute mañana o en cualquier momento y que nada, nada se borra, todo queda registrado para siempre en algún sitio recuperable…

 

 Creo que las opciones para los twiteros son tres y muy claras: 

. siguen escribiendo lo que les viene en gana y asumen las consecuencias.

. ya no escriben lo que piensan y sienten y se lo guardan en el secreto de sus almitas.

. empiezan a cuestionarse si en vez de estar twiteando “cloacalmente” podrían poner cierto empeño en ser mejores personas...

 



3 comentarios:

  1. Mi yo de 18 años no es mi yo de 28, pero yo soy ambos.
    No lo dijo nadie, es algo obvio.

    Habría que deconstruir también la idea de que están representando al país (o la nación, o a la patria, o el sinónimo que se quiera usar) sólo que porque usan una camiseta con los colores de la bandera nacional (eso sin reconocer que hay varias banderas latinoamericanas con los mismo colores). Son una minoría que se dedican a un deporte de minorías, elegidos por los dirigentes de esa minorías, que se arrogan el derecho de representar a todos los habitantes de un país, al cual claramente desprecian.
    Y no hablo solamente del rugby, pero es donde más se pone en evidencia esta situación.

    Yo, y otros millones, no los elegimos, ni nos importa ese deporte, ergo, no nos representan. Ni lo harán nunca.

    Perdón el descargo, pero es algo que se tenía que decir.

    Saludos,

    J.

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    1. No sé si es tan correcto que no representan a un país. De hecho lo representan con beneplácito institucional; pero esa representación está limitada a un hecho concreto, a un tiempo y espacio en particular; que es cuando juegan el partido. (Aplicable a todos los deportes)

      De hecho no solo llevan puestos los colores de la bandera; también portan un Escudo que dice Unión Argentina de Rugby; también portan un animal, que es típico de esta región. Por lo que efectivamente la UAR representa a la Argentina en el marco deportivo del Rugby, cómo institución y los Pumas en el partido en si mismo; así como la AFA y la selección, en sus respectivos espacios.

      Y ésto está exento de si el deporte es de "minorías" o no. ¿O acaso los campeones olímpicos de natación solo representan a los nadadores? ¿O acaso los campeones de boccas de para-panamericanos solo representan a los discapacitados motrices? ¿O acaso los campeones de futsal solo representan a lo muy pocos que juegan los findes en fútbol sala? ¿O acaso no celebramos todas esas victorias como propias? ¿No lloramos todas esas derrotas? ¿Acaso no es posible que un logro personales se vuelva colectivo?

      El problema es entender desde una postura mediática que la representación es constante e incluso moral. Que la representación continúa en la intimidad, en el ser social ético más allá de los partidos jugados. Los logros deportivos, son deportivos y mueren en el cancha; no tienen porqué continuar en todos los aspectos de la vida. No tenemos porque alabarlos como santos, sino respetarlos como jugadores cuando juegan.

      Pd: cómo dato resulta muy interesante que al cápitan de la Selección Argentina de Fútbol, Lionel Messi, lo declararán culpable, en más de una ocasión, de evasión impositiva, incumplimiento de pagos públicos, incumplimiento de restricciones de movilidad entre otros delitos económicos contra el estado Español y la Unión Europea y en ningún medio se habla al respecto.

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