martes, 19 de noviembre de 2019

Charlie Parker, la genialidad de los dioses...


  En esta costera y fresca ciudad del sur del mundo, Mar del Plata,  comienza desde mañana  el IX Festival de Jazz





  Una buena excusa para recordar a los dioses como Parker quien pasó por institutos psiquiátricos y fue sometido a numerosos electroshock y, entre otros desvaríos,  solía empeñar sus saxos para comprar drogas y alcohol…

  Un día de abril de 1947: Parker o Bird como lo llamaban, convoca a sus músicos a un ensayo para una actuación. Fueron todos menos él. Ensayaron igual con Miles Davis a la cabeza. Una semana después, sin que nadie supiera nada de Parker se presenta al recital como si nada raro hubiera sucedido…
Entonces, prefiero transcribir lo que Miles redacta en su autobiografía: “Y de repente entró sonriente y eufórico, preguntando si todos estaban a punto para tocar, con aquel falso acento británico que le gustaba utilizar. Cuando fue el momento de atacar el primer número, preguntó: ‘¿Qué tocamos?’ Yo se lo dije. Él asintió, contó los compases y tocó cada jodida melodía en el tono exacto en que la habíamos ensayado. Tocó como un hijo de puta. No falló un compás, una nota, no tocó fuera de tono en toda la noche. Algo grande. Nos quedamos pasmados como idiotas”.
Cuando terminó aquel recital en el Three Deuces, Bird se acercó a los músicos y les dijo: “Esta noche tocaron muy bien, chicos, excepto un par de veces que en perdieron el ritmo y fallaron algunas notas”.

  Así son los dioses…algunos como él solo viven 34 años…







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