Y la vida es
así, juega sus cartas siempre con un gesto de amable ironía.
Descubro a Mary Oliver cuando ya no está en este mundo.
Pero sí, está
en este mundo.
Porque la poesía
es un bien de este y de todos los mundos posibles…
Gansos salvajes
No tenés que ser buena.
No tenés que caminar de rodillas
cien kilómetros por el desierto, arrepintiéndote.
Solamente tenés que dejar que el animal sumiso que es tu cuerpo
ame lo que ama.
Contame de tu desesperanza, que yo te cuento de la mía.
Mientras tanto el mundo sigue.
Mientras tanto el sol y las piedritas claras de la lluvia
se mueven por los paisajes,
sobre los prados y los árboles frondosos,
las montañas y los ríos.
Mientras tanto, arriba, en el aire limpio y azul, los gansos salvajes
vuelven a casa una vez más.
Seas quien seas, no importa lo sola que estés,
el mundo se ofrece a tu imaginación,
te llama como los gansos salvajes, ensordecedor y fascinante,
anunciándote una y otra vez tu lugar
en la familia de las cosas.
Mary Oliver
Wild Geese
You do not
have to be good.
You do not
have to walk on your knees
for a hundred
miles through the desert repenting.
You only have
to let the soft animal of your body
love what it
loves.
Tell me about
despair, yours, and I will tell you mine.
Meanwhile the
world goes on.
Meanwhile the
sun and the clear pebbles of the rain
are moving
across the landscapes,
over the
prairies and the deep trees,
the mountains
and the rivers.
Meanwhile the
wild geese, high in the clean blue air,
are heading
home again.
Whoever you
are, no matter how lonely,
the world
offers itself to your imagination,
calls to you
like the wild geese, harsh and exciting
over and over
announcing your place
in the family
of things.
M.O.
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