domingo, 6 de octubre de 2019

Mary Oliver...




 Y la vida es así, juega sus cartas siempre con un gesto de amable ironía.

 Descubro a Mary Oliver cuando ya no está en este mundo.

 Pero sí, está en este mundo.

 Porque la poesía es un bien de este y de todos los mundos posibles…

Gansos salvajes


No tenés que ser buena.
No tenés que caminar de rodillas
cien kilómetros por el desierto, arrepintiéndote.
Solamente tenés que dejar que el animal sumiso que es tu cuerpo
ame lo que ama.
Contame de tu desesperanza, que yo te cuento de la mía.
Mientras tanto el mundo sigue.
Mientras tanto el sol y las piedritas claras de la lluvia
se mueven por los paisajes,
sobre los prados y los árboles frondosos,
las montañas y los ríos.
Mientras tanto, arriba, en el aire limpio y azul, los gansos salvajes
vuelven a casa una vez más.
Seas quien seas, no importa lo sola que estés,
el mundo se ofrece a tu imaginación,
te llama como los gansos salvajes, ensordecedor y fascinante,
anunciándote una y otra vez tu lugar
en la familia de las cosas.

Mary Oliver





Wild Geese

You do not have to be good.
You do not have to walk on your knees
for a hundred miles through the desert repenting.
You only have to let the soft animal of your body
love what it loves.
Tell me about despair, yours, and I will tell you mine.
Meanwhile the world goes on.
Meanwhile the sun and the clear pebbles of the rain
are moving across the landscapes, 
over the prairies and the deep trees,
the mountains and the rivers.
Meanwhile the wild geese, high in the clean blue air,
are heading home again.
Whoever you are, no matter how lonely, 
the world offers itself to your imagination,
calls to you like the wild geese, harsh and exciting  
over and over announcing your place 
in the family of things.

M.O.



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