El olvido puede
ser tan justo como justo.
Si alguien
olvida a Bayley comete una injusticia…
Como los ríos, las nubes y las rosas
La botella
rota
en pedazos
esparcidos
como los ríos
y las rosas
rota
en pedazos
esparcidos
como los ríos
y las rosas
Una linda
botella verde
que contenía
-dicen-
vino añejo
de los verdes años
y ahora
está esparcida
como las hojas
y las nubes
en pedazos
de vidrio verde
que contenía
-dicen-
vino añejo
de los verdes años
y ahora
está esparcida
como las hojas
y las nubes
en pedazos
de vidrio verde
Estuvo
taponada
y lacrada
y luego bebieron
de su contenido
hasta vaciarla
taponada
y lacrada
y luego bebieron
de su contenido
hasta vaciarla
Y ahora
está esparcida
en el fondo
de la casa
entre un poco
de hierba verde
y algunas
flores
silvestres
amarillas
rojizas
como las nubes
tras los picos
de la comtana
como los ríos
y las rosas
está esparcida
en el fondo
de la casa
entre un poco
de hierba verde
y algunas
flores
silvestres
amarillas
rojizas
como las nubes
tras los picos
de la comtana
como los ríos
y las rosas
Ya nadie
repara
en esos pedazos de vidrio verde:
ni pájaros
ni hormigas
ni quienes
alguna vez
de noche
en el interior
de la casa
bebieron
de su contenido
y conocieron
unos momentos de alegría
en esos pedazos de vidrio verde:
ni pájaros
ni hormigas
ni quienes
alguna vez
de noche
en el interior
de la casa
bebieron
de su contenido
y conocieron
unos momentos de alegría
Edgar Bayley en “Todo el viento del mundo”, Grijalbo, 2000
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