Hace unos días, partió una poetisa…
Según se entiende, el mundo
le era un fastidio…
Su maravilloso y primer
libro, “Las moras agraces”, como parte de este mundo, acaso también
le fastidiaba.
Hubo otro libro, menos celebrado
pero no menos maravilloso: “Rincones sucios”.
Luego el silencio y luego la
muerte "prematura" que son la misma cosa…
“Nada quiero del mundo,
que es mi azote
con lo que llevo en mi
interior me basta.
Mi alma la salvé. El
resto del lote
vendido queda en pública
subasta.”
Bella en esta entrevista de
otro siglo:
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