El director Peter Jackson realizó un enorme
documental sobre la Primera Guerra Mundial
(“Jamás
llegarán a viejos”, “They shall not grow old”), se
entiende que en sintonía con la conmemoración de los cien años de la
culminación de aquella terrible contienda.
No nos queda claro cuándo
podremos verlo (con facilidad) en estas sureñas tierras.
No hace falta aclarar lo que imaginan:
un importante aporte cybertécnico al sonido y las imágenes para tratar de
rescatar realidad pasada y poder mostrárnosla o, con o sin culpa, para crear
otra realidad con ese pasado como referente a gusto del espectador de hoy.
Más allá de la controversia
sobre “verdad”, “realidad”, “pasado” y “espectador actual”, no podemos evitar
hacer referencia a ese libro que fue Tempestades de Acero de Ernst Jünger y al que todo hace suponer
que Jackson tuvo bajo la almohada al
hacer este trabajo, incluso los medios hacen referencia directa o indirecta a
ello…
Hoy por hoy, mientras esperamos poder ver el documental de Jackson,
nuestro referente más leal a la realidad sigue siendo el libro de Jünger y no podemos dejar de reconocer cómo este
autor logró que este texto no fuese utilizado como incentivo de los ideales que
provocaron y sostuvieron las “razones” para justificar la segunda gran guerra.
“En
la mano mi sombrero”* Sr. Jünger.
*verso de Rafael Alberti
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