domingo, 14 de abril de 2019

Deporte y sinceridad…


 Hace unos días, nos quedábamos obnubilados por una gimnasta estadounidense que se quiebra espectacularmente las dos piernas:


 Buena ocasión para ir instalando una reflexión sobre el deporte tanto profesional como de alta competición.

 En este mundo tan higiénico en el que fumar es un atentado contra la humanidad, tirar fuegos artificiales es un delito contra las mascotas, comer algunas comidas equivale a ser considerado como suicida, en estos tiempos “tan saludables”, deberíamos ir pensando si no habría que poner en tela de juicio la práctica deportiva a nivel profesional y a nivel de alta competición.

 ¿Es saludable el deporte asumido de esta manera?

 ¿Los beneficios económicos que generan deberían dar lugar a permitirlo todo?

 No olvidemos, de paso, que hace unas semanas perdió la vida un ¿joven o un niño? de catorce años en una carrera de motociclismo:


 Deportistas que caen redondamente muertos en medio de una competencia son noticia efímera un par de veces al año...

 Creo que deberíamos hacer un ejercicio de sinceridad que voy a reducir de forma rudimentaria:

a)    Todo esto nos importa y lo cuestionamos.
b)   Todo esto sucede y no lo cuestionamos y listo.

Si optamos por la opción “a”, deberíamos poner todo en tela de juicio: desde el fútbol profesional a tirar un petardo por año nuevo.

Si optamos por al opción “b”, deberíamos no poner nada en tela de juicio y todos tan campantes en todos los aspectos.

En todos.

No en unos sí y en otros no.

Coherencia cultural y general, tan simple como eso.





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