martes, 4 de diciembre de 2018

Contienda de perturbaciones…




 Mantengo con un amigo, hombre de letras si los hay, un “duelo de perturbación”: casi a la vez, sin respetar turnos, nos recomendamos obras literarias, películas y series que consideramos perturbadoras.

 No se trata de terror o sustos fáciles, se trata de ofrecer al otro a través de buenas producciones, aquello que pueda incomodar profundamente, herir con sutileza, quitar el sueño. La idea es recomendar algo que nos arruine la vida, al menos, por unos días o, llegado el caso, para siempre…

 Hoy le envié algo del poeta Francisco Javier Irazoki




PALABRA DE ÁRBOL

"No conocí al que murió en el vientre de mi madre. La abuela lo recogió, dijo que era grande como un guía y lo puso en el hoyo que el padre había cavado entre las raíces de mi higuera preferida.
Yo pasaba tardes enteras bajo el gris áspero de las hojas del árbol, esperando que naciesen los higos. Cogía al fin el fruto blando y tocaba su piel negra que después deshacía en tiras. Cada hilo era una puerta para adentrarme en mi hermano muerto y lo paladeaba al ritmo lento de un viajero antiguo. Luego rompía con los dientes las semillas menudas del interior. Ellas contenían palabras, voces que subieron por la savia de la higuera.
Los otros niños crecieron descubriendo aventuras. Para mí, crecer fue sentir el paso del tiempo al escuchar los mensajes que un muerto me enviaba desde sus frutos.
Alguien quiso una ceremonia devota en aquel lugar. De la cartera de mi ojo derecho saqué una lágrima inmóvil. Una lágrima petrificada que se transformó en blasfemia de fuego cuando la deposité en la escudilla situada a los pies de los ídolos."

(Del libro Los hombres intermitentes. Hiperión, 2006)




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