sábado, 19 de noviembre de 2016

Nüremberg, los oídos y los ojos…

 Descubro, leyendo una vieja nota periodística, que nuestra escritora Victoria Ocampo fue invitada a presenciar el juicio de Nüremberg

 Percibe que lo que se está diciendo tiene menos hondura que lo que ve…


“Escucho estos alegatos, estas preguntas, estas respuestas como si eso –lo advierto perfectamente- no fuera lo más importante. El espectáculo impresiona casi más  a mis ojos que a mis oídos. En esta ópera, los oídos tienen casi menos importancia que los ojos. Lo que se dice en esta sala, ya podrán comunicármelo los diarios, repetírmelo los amigos. Pero nunca podrán trasmitirme lo que mis propios ojos recogen en los rostros, en los gestos, en las actitudes…”





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