domingo, 6 de noviembre de 2016

Eros, según Robert Graves, en otra mirada...


A propósito de lo publicado el sábado 29/10:

“Era un niño indómito”
¡Qué bien lo dices Robert!
Acaso aún lo es.
Me gusta imaginar que los dioses no se mueren…
Un niño
que no respeta edad, ni condición,
ni estructura humana alguna.
Tal vez la Guerra de Troya
no fue una guerra
y sí, una revolución
y es por ello que fracasan los arqueólogos
rastreando los vestigios de una batalla
que no existió jamás.
Un niño con sus doradas alas,
con sus flechas arbitrarias,
con sus antorchas imprudentes
que andaba y anda
haciendo fuegos
donde debería haber sosiego o prudencia.

Algunas tardes tristes
suplicamos su visita,
nos dolemos
por su ausencia…"


 P.S.

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