Es esta una
época de libros inclasificables o de libros que escapan a las clasificaciones…
O de libros
que se escapan del catálogo escolar de los géneros
literarios.
O de críticos
que no saben cómo clasificar…
Un brindis
por la edición local de “En Gran
Central Station me senté y lloré” de la poco reconocida Elizabeth
Smart.
Narrativa,
lírica, autobiografía, diario personal…etcéteras…
“Inclasificable”…
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