sábado, 8 de marzo de 2014

Grafiteros según Pérez Reverte




“…Cuando uno de ellos me decía `un político puede llenar las calles con carteles con su cara, una marca comercial puede llenar las calles con carteles de coches o de sujetadores de mujeres, y yo no puedo poner mi nombre. ¿Por qué un político es legal y yo soy ilegal?´. Bueno, no es una guerra que pretenda ganar, no es un combate por una victoria social, es una manera de desahogar, de volcar, de gritar, sin ningún objetivo concreto, porque el grafitero no quiere cambiar el mundo, quiere gritar `yo soy, yo estoy, yo existo´. Entonces, eso ofrece posibilidades muy interesantes para analizar lo que es el arte moderno, tan capturado, tan domesticado, tan secuestrado por marchantes sin escrúpulos, por galeristas esnobs y por artistas mediocres amparados por el sistema. Encontrarse con ellos, entonces, con la actividad dura, violenta del grafitero en la calle, crea unos contrastes muy interesantes que quería explotar con esta novela."

 La última novela de la que habla es: “El francotirador paciente”. Una historia sobre grafiteros.


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