Alguna vez creímos que los premios Oscar
eran cosa importante. Creíamos que detrás había un jurado cuyo criterio era
realmente serio y que evaluaba cada film como se debe evaluar una obra de arte.
Con el tiempo nos fuimos anoticiando de triquiñuelas políticas, ideológicas,
financieras y etcéteras. Ahora sabemos a ciencia cierta que, en su mayoría, los
evaluadores ni siquiera miran todos los films y los que miran, tampoco lo hacen
con gran detenimiento.
Así es el resultado…
Un film con trece (cuestionables) nominaciones sólo recibió dos, pero no por su valía
como film, sino por sus varios escandaletes y trascendidos. Esto entre otras cosas que podríamos mencionar pero nos fastidia el sólo hecho de tener que hacerlo…
Para colmo de males, en la sección “In memoriam” no sólo obviaron a Michelle Trachtenberg sino también al
grandioso Alain Delon. Hay que
atreverse a dejar de lado a Delon…
Evidentemente, el cine verdadero está pasando cada vez más y más lejos
de Hollywood…