miércoles, 8 de diciembre de 2021

Sweat, la triste mirada de los influencers… (miércoles de película)



 Inauguramos hoy una pequeña sección que consistirá en comentar de manera subjetiva y caprichosa un film cada miércoles: “Miércoles de Película”.

 Como somos inconstantes, lo haremos por el tiempo que sea que nos dure el entusiasmo.

 El film de hoy es Sweat, una coproducción polaco-sueca (parece extraño sí), del año 2020 con la dirección y guión de Magnus von Horn. Protagonizada por una convincente y bella: Magdalena Kolesnik.

 El mundo de los influencers es muy amplio...

 Los hay de todo tipo.

 En este film,  vemos a una joven motivadora de fitness.

 El tratamiento de la historia nos transmite esa sensación agotadora que sufre todo influencer y no porque, en este caso, la joven se la pase haciendo gimnasia aeróbica, podría hacer eso como coleccionar estampillas, la actividad referencial no es el problema.

 Supongo que el problema es la necesidad permanente de exposición. Sostenerse en publicar instante a instante casi todo el tiempo. Hacer pública la vida cotidiana y sostenerla en esa especie de “felicidad” que todos quieren creer y por lo tanto, como público exigen, resulta agobiante.

 Es un excelente film en este sentido, si hablamos del tratamiento del tema.

 Personalmente confieso que me parece distinguir en los ojos de los influencers, un destello ínfimo, oculto, secreto de angustia en todos estos/as jóvenes...

 Hay algo de triste, de agobio en el fondo de sus miradas a pesar de que el humor, la anécdota simpática autorreferencial, la gracia constante intenten ser de sostenimiento permanente.

 La razón es muy simple, si uno se pasa la vida tratando de publicar su vida es posible que no se vivan cosas muy apasionantes. Para tener algo que contar hay que vivir. Vivir abiertamente, vivir algo propio, no con un móvil o una cámara en la mano, vivir íntimamente y luego, si se quiere, contarlo…

 En el film observamos la paradoja entre esta “celebridad” de las redes seguida por cientos de miles y su profunda soledad como así también esa insoportable “necesidad” de ser siempre el centro de atención. Recomiendo ver detenidamente cuando la joven acapara la fiesta familiar del cumpleaños de su madre…

 Por eso, abundan quienes hacen contenidos sobre un gusanito vivo que encontraron en la lechuga, alguna confusión cotidiana, historias mínimas de un paseo de supermercado o una salida de domingo. Convocan a seguidores/as para que voten si les gustaría un cambio de coloración de pelo, un nuevo tatuaje... Las anécdotas de turistas son toda la gran aventura y la exposición de relaciones afectivas se equiparan a un ascenso al Everest.

 Insisto, yo los suelo notar agobiados, algo tristes.

 La película Sweat, mi recomendada para quienes les guste reflexionar un poco sobre este tema disponible en plataforma MUBI.

 Mención especial y última  sobre la actitud de la joven que amenaza con quitar su auspicio a una casa de comidas porque le envían su alimento específico en envase de plástico. Me causa ternura ese higienismo ingenuo aunque algo culposo. Al igual que esas campañas mediáticas para salvar al planeta de la contaminación que se suelen hacer desde todos los instrumentos móviles que podamos imaginar cuya fabricación son usinas contaminantes…




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