La
premura laboral logró mantenerme lejos de este espacio. Mis disculpas a ese
puñado de lectores entusiastas por estos días de silencio sin explicación…
Leo a un escritor que iba a contracorriente en un país y en una época en la que las mayorías corrían hacia la catástrofe:
"El
hombre no tiene ganas de morir, porque no sabe qué vendrá después. Si cree que
lo sabe, tampoco tiene ganas, porque quiere seguir un poco haciendo lo de
siempre. Un poco significa aquí eternamente..."
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