Dice por allí, el sociólogo Fréderic Martel
hablando de los escritores: “…Pero debe
aprender a promoverse y a impulsar la publicación de sus libros con actividades
que lo transforman en un pequeño emprendedor de sí mismo, capaz de desarrollar
su propia marca de muchas maneras…”
¡Pero si en eso mismo se han (nos hemos) convertido
los escritores! Una especie de PYME, unos deambuladores de la auto-publicidad, unos caminantes de cocktails y eventos, unos disertadores de alquiler por doquier; alegres pero tristes promotores de sí mismos, sujetos con cara "de estoy aquí, en esta fiesta, aunque debería estar tratando de escribir algo importante en este preciso momento"...
Adiós a los que escribían en secreto y soledad…
esos que eran, sin lugar a dudas, buenos escritores…
Recuerdo alguna frase como “Los buenos escritores mueren sin confesión”…
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