jueves, 10 de diciembre de 2015

Sumisión, sumisión, sumisión…




Santiago Schipani es un joven y entusiasta estudiante que muestra esa inclinación por el periodismo intelectual.

Accedió a mi paterna solicitud de sumar su nota sobre el texto de Michel Houellebecq que transcribo:


Sumisión

 "Este año la literatura juega el papel de profeta. El mundo se encuentra en el huracán del cambio. Las primaveras árabes redefinieron el paradigma global y despertaron a occidente del profundo sueño que dejaron los juicios de Núremberg. Desde hace años la población europea disminuye constantemente, dejando a los antiguos hombres maduros como nuevos jóvenes y a los niños como sombras de un tiempo menos feliz. En tanto, oriente avanza con pasos firmes, sin estar atado a ninguna moral moderna. Tensiones internacionales, crisis económicas, desestabilización social, intereses ocultos y actos violentos han sido los elementos principales de los preparativos para una nueva guerra, ya sea en fuego directo o cultural e ideológica. El terrorismo se revistió de enroque en el tablero de ajedrez europeo poniendo en jaque a los que, por ahora, son líderes mundiales.
 Europa, asustada y al borde de un separatismo interno, no tiene herramientas para hacer frente a su nuevo enemigo: El cambio de paradigma. Michel Houellebecq relata este cambio en su novela “Sumisión”. Este texto narra la situación que se viviría en Francia dentro de unos años, en donde el gobierno de turno es musulmán y la población en su mayoría también. Pero, lo que es más importante son las formas en que se dan los cambios sociales, culturales, psicológicos y religiosos que se desarrollan en una población francesa totalmente vacía de sentido.
 Houellebecq nos brinda un texto con tintes de ciencia ficción, pero no como exacerbación de una realidad actual, sino como una premonición. Ya no juega más la tecnología y la invasión extraterrestre como pilares del género. La conversión termina siendo el eje central de esta distopía. “Sumisión” revela la situación del hombre europeo contemporáneo a través de su protagonista, quien no es más que una caja totalmente vacía y anonadada en el absurdo de su propia existencia. El islam, que es exactamente lo opuesto, ocupa el vació en el corazón del hombre, casi en forma de símbolo de caída del cristianismo.  
 Esta novela no describe al terrorismo islámico, sino a la caída de Europa por su abandono de fe. Y si “la fe es Europa y Europa es la Fe” como dice Hilaire Belloc, no puede haber una separación, sino un reemplazo. Houellebecq termina siendo fiel a la frase “no se desplaza lo que no se reemplaza” y “Sumisión” es esta idea. Es la historia de los hombres de Europa a los que les falta una parte de su ser y terminan encontrando un reemplazo perfecto.
 Funciona casi de forma descriptiva o premonitoria la novela que se lanzó poco después del atentado de Charlie Hebdo. Y es que finalmente la literatura vuelve a mimetizarse con la realidad. Ahora en forma de distopía, lejos del agotador y cansado non-fiction. La ciencia ficción aspira una bocanada de aire talentoso y realista de la mano de  Michel Houellebecq. Y el occidente dormido en la estabilidad comienza su despertar a los pies del cambio no abrupto pero si inminente. Puede que “Sumisión” despabile a un hombre o dos antes de que el mundo gire nuevamente. "        


                                                                                                    S. Schipani








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