Santiago Schipani es un joven y entusiasta estudiante que muestra esa inclinación por el periodismo
intelectual.
Accedió a mi paterna solicitud de sumar su nota sobre el texto de Michel
Houellebecq que transcribo:
Sumisión
"Este año la
literatura juega el papel de profeta. El mundo se encuentra en el huracán del
cambio. Las primaveras árabes redefinieron el paradigma global y despertaron a
occidente del profundo sueño que dejaron los juicios de Núremberg. Desde hace
años la población europea disminuye constantemente, dejando a los antiguos
hombres maduros como nuevos jóvenes y a los niños como sombras de un tiempo
menos feliz. En tanto, oriente avanza con pasos firmes, sin estar atado a
ninguna moral moderna. Tensiones internacionales, crisis económicas,
desestabilización social, intereses ocultos y actos violentos han sido los
elementos principales de los preparativos para una nueva guerra, ya sea en
fuego directo o cultural e ideológica. El terrorismo se revistió de enroque en
el tablero de ajedrez europeo poniendo en jaque a los que, por ahora, son
líderes mundiales.
Europa,
asustada y al borde de un separatismo interno, no tiene herramientas para hacer
frente a su nuevo enemigo: El cambio de paradigma. Michel Houellebecq relata
este cambio en su novela “Sumisión”. Este texto narra la situación que se
viviría en Francia dentro de unos años, en donde el gobierno de turno es
musulmán y la población en su mayoría también. Pero, lo que es más importante
son las formas en que se dan los cambios sociales, culturales, psicológicos y
religiosos que se desarrollan en una población francesa totalmente vacía de
sentido.
Houellebecq nos
brinda un texto con tintes de ciencia ficción, pero no como exacerbación de una
realidad actual, sino como una premonición. Ya no juega más la tecnología y la
invasión extraterrestre como pilares del género. La conversión termina siendo
el eje central de esta distopía. “Sumisión” revela la situación del hombre
europeo contemporáneo a través de su protagonista, quien no es más que una caja
totalmente vacía y anonadada en el absurdo de su propia existencia. El islam,
que es exactamente lo opuesto, ocupa el vació en el corazón del hombre, casi en
forma de símbolo de caída del cristianismo.
Esta novela
no describe al terrorismo islámico, sino a la caída de Europa por su abandono
de fe. Y si “la fe es Europa y Europa es
la Fe” como dice Hilaire Belloc, no puede haber una separación, sino un
reemplazo. Houellebecq termina siendo fiel a la frase “no se desplaza lo que no se reemplaza” y “Sumisión” es esta idea.
Es la historia de los hombres de Europa a los que les falta una parte de su ser
y terminan encontrando un reemplazo perfecto.
Funciona
casi de forma descriptiva o premonitoria la novela que se lanzó poco después
del atentado de Charlie Hebdo. Y es que finalmente la literatura vuelve a
mimetizarse con la realidad. Ahora en forma de distopía, lejos del agotador y
cansado non-fiction. La ciencia ficción aspira una bocanada de aire talentoso y
realista de la mano de Michel Houellebecq. Y el occidente dormido en la
estabilidad comienza su despertar a los pies del cambio no abrupto pero si
inminente. Puede que “Sumisión” despabile a un hombre o dos antes de que el
mundo gire nuevamente. "
S. Schipani
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