viernes, 5 de junio de 2015

Mi placer ridículo…

 Hay placeres que son ridículos, no obstante, efectivos.

 Mi gozo algo absurdo es cuando en una entrevista, el entrevistador se despliega cual sabedor universal con una extensísima pregunta y recibe a cambio una respuesta tan escueeta como suficiente. 

 Dos pulgares arriba para “Dulce Pontes”:

–Canta una zamba, un huayno, piezas de géneros de raíz folclórica argentina, que otros intérpretes se han formado escuchando y cantando desde la infancia, como usted en el fado. ¿No le da miedo encarar estos géneros “ajenos”, que tienen sus propias reglas y sus tradiciones rígidas?

–No.”

 No aparece el nombre del entrevistador…hace bien en no aparecer…









No hay comentarios:

Publicar un comentario